DÍA INTERNACIONAL DE LA NO VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES
- L.E. SABOGAL
- 2 dic
- 3 Min. de lectura
A propósito de esta conmemoración, hoy quiero compartir algunas reflexiones con mis lectores. Es un mensaje de urgencia sobre un panorama desolador, cifras que duelen, y también un llamado a la acción.
Las Naciones Unidas definen la Violencia Contra la Mujer como “…todo acto de violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada”.

En entrevista reciente de la Deutsche Welle (DW) con Bibiana Baldo, Directora Regional de ONU Mujeres, afirma que la Organización Mundial de la Salud (OMS) “…muestra que 1 de cada 3 mujeres en el mundo ha sufrido violencia física o sexual, y que 316 millones de mujeres y de niñas fueron agredidas solo en 2024”. Y que “…en América Latina, según la CEPAL, se cuentan 11 feminicidios por día”.
En Colombia, la violencia contra las mujeres no es algo que pertenece al pasado, es una emergencia persistente. Comenzaré con algunos datos estadísticos actuales:
*Solo entre enero y abril de 2025, se han registrado 123 feminicidios, según información de la Defensoría del Pueblo.
*En el mismo lapso anterior se reportaron 79 tentativas de homicidio, y al menos 3.804 casos de delitos sexuales dirigidos a mujeres, niñas y adolescentes, según la Defensoría del Pueblo.
*Según el Instituto Nacional de Salud (INS) durante 2024 se notificaron 66.621 casos de violencia de género, y de estos, el 75.6% (más de 50.000) estaban dirigidos contra mujeres.
*En Bogotá, por ejemplo, entre enero y octubre de 2024 el Instituto de Medicina Legal había hecho 2.275 valoraciones de riesgo de feminicidio; casi la mitad de esas valoraciones fueron clasificadas como de riesgo extremo pues eran potencialmente letales.
La tragedia se agrava con la impunidad. En 2025, más del 78% de los feminicidios reportados sigue sin tener resolución judicial, según la Red Nacional de Mujeres. Eso significa que muchas mujeres son asesinadas por su género, pero los agresores rara vez son castigados por la justicia.
Si las cifras mencionadas son espeluznantes, hay que recordar que, además, detrás de estas hay historias humanas, vidas que se rompen. Cada cifra corresponde a mujeres que amaban, soñaban, trabajaban, que esperaban un futuro.
Entonces, ¿qué podemos hacer los hombres y mujeres que me escuchan? Aquí algunas recomendaciones:
Informarnos: conoce las cifras, pero también las rutas de acción: comisarías de familia, defensorías, líneas de ayuda.
Apoyar a las víctimas: si conoces a alguien que sufre violencia, escúchala, y respáldala en su denuncia.
Exigir y apoyar la acción institucional: pedir más recursos para refugios seguros, para la justicia con perspectiva de género.
Mi experiencia de vida y profesional me lleva, además, a enfatizar el factor EDUCACIÓN, especialmente en este aspecto. El respeto y la igualdad de género deben inculcarse desde la primera infancia en el hogar y en la escuela. Niños y niñas tienden a imitar de manera espontánea el comportamiento y el ejemplo de sus padres y de sus educadores. La escuela y el colegio deben establecer comportamientos y normas que propicien la igualdad y el respeto entre hombres y mujeres, y fomentar la participación de todos para que reflexionen de manera crítica sobre esta problemática.
Grandes y masivas campañas permanentes a través de todos los medios de comunicación, pueden apoyar estas iniciativas para conseguir una amplia participación de la sociedad frente a este tipo de violencia.
El Día Internacional de la No Violencia contra las Mujeres no debe ser solo una conmemoración simbólica. Es un recordatorio de la dignidad y la seguridad de las mujeres, a las que debemos todo nuestro respeto y gratitud.






Comentarios